Para que un espacio público sea real debe ser abierto a cualquier persona sin importar sexo, raza, estatus económico, edad o preferencias religiosas; debe tener en consideración la escala humana, generando interacción y flujo económico.
Algunos ejemplos de espacios públicos reales son:
• Mercado de Cholula (colindante con la pirámide)
• Parque Juárez
• Parque Analco
• Barrio del artista
• Barrio de los sapos
También existen los espacios que pueden aparentar ser públicos y abiertos, sin embargo llegan a tener ciertas restricciones como la escala, la falta de convivencia entre la sociedad o la falta de actividades que se desarrollan ahí.
Algunos ejemplos de espacios públicos ficticios son:
• Complejo Cultural Universitario de la BUAP
• Parque del Arte
• Ciclovía
• Paseo del río Atoyac
• Explanada de auditorio Metropolitano
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